Fueron liberados en Tame (Arauca), tras haber sido secuestrados el 9 de noviembre. El presidente Santos dijo que este paso es importante para el proceso de paz.
En un paraje selvático entre los municipios de Saravena y Fortul, en Arauca, los soldados profesionales Paulo César Rivera y Jhonatan Andrés Díaz Franco volvieron a la libertad después de 19 días de secuestro.
Rivera llegó demacrado por las largas caminatas en la selva, pero su estado de salud es bueno, según confirmaron los primeros médicos en atenderlo. Díaz tiene una herida superficial en la pierna izquierda, producto de un disparo de fusil que lo rozó cuando intentaba escapar de los guerrilleros que hace casi tres semanas atacaron su unidad militar, en Arauca. Contó que ese día mantuvo su posición hasta que no le quedaron más balas. Cuando vio que no había más que hacer, corrió para evitar que lo cercaran, pero entonces sintió el fogonazo en la pierna izquierda. La bala de fusil solo lo rozó, pero esa herida fue suficiente para que el cautiverio fuera aún más tortuoso.
El secuestro terminó para estos dos militares pasadas las 8:30 de la mañana de este martes, cuando los miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja y los delegados de los dos países garantes del proceso de paz, Cuba y Nicaragua, llegaron por ellos al primer sitio acordado con las Farc. Allí recogieron a Rivera. Después de un corto VIAJE, aterrizaron en el segundo sitio, donde la espera se prolongó por un rato, mientras a Díaz le revisaban la pierna herida. Los dos soldados fueron entregados en Tame a una comisión del Ejército encabezada por el viceministro de Defensa, Jorge Bedoya.
Pasado el mediodía llegaron a Bogotá, directo al Hospital Militar. En el centro médico los esperaban sus familiares, que pacientemente esperaron varias horas, antes de poder abrazarlos, a que les hicieran los chequeos médicos.
El negociador de las Farc afirmó que una vez se reactiven los diálogos esa guerrilla buscará “la oportunidad para replantear y protocolizar varias reglas del proceso que comenzó hace más de dos años. Entre ellas, el papel de los garantes internacionales y que una sola de las partes no pueda tomar la decisión de levantarse de la mesa de forma unilateral”.
Después de la liberación de los secuestrados el presidente Juan Manuel Santos dijo que la libertad de Rivera y Díaz es “un paso importante que demuestra la madurez del proceso de paz” y expresó que es uno de “los gestos de paz que todos los colombianos reclaman”. “Esto le da fortaleza a este proceso para seguir adelante”, manifestó.
Tras esta liberación, queda pendiente la del general del Ejército Rubén Darío Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, secuestrados por las Farc el 16 de noviembre en una zona selvática del departamento del Chocó.
Por Lina Quiroga Rubio
Perspectivas de Paz 